La actual situación excepcional provocada por el COVID-19 ha parado el mundo del deporte, provocando que se cree un cierto desconcierto en lo que respecta a la continuidad de las grandes ligas.
Sin embargo, parece ser que los fichajes no cesan, surgiendo cada día nuevas informaciones sobre posibles incorporaciones de los grandes clubes europeos. Es por ello que durante estos días haremos un repaso por aquellos jugadores que parece ya tienen un futuro escrito en Europa.
Para comenzar, hablaremos en este caso del jugador de Racing de Avellaneda, Matías Zaracho. Hace un año, el jugador nacido en Wilde ya fue vinculado al Atlético de Madrid, junto con su entonces compañero Renzo Saravia (actualmente en el Oporto), sin embargo nunca se dio un verdadero intento por parte del club madrileño por fichar al jugador argentino. Hablamos sin duda de una joya para el futuro, pues el jugador solo tiene 22 años y una cláusula más que asumible para cualquier club europeo medianamente competitivo, siendo el último en interesarse por Zaracho un histórico como es el AC Milán, que está pasando por una etapa oscura en lo que respecta a nivel deportivo, el cual estaría dispuesto a abonar la cláusula de 22 millones que tiene fijado el jugador en Racing. Ya en el pasado verano hubo esta rumor ante los problemas que tuvo el equipo rossonero para fichar a otro argentino, Ángel Correa, pues el Atlético de Madrid pedía 50 millones por el de Rosario.
En mi opinión, el Milán no sería el ideal equipo para que se estrenara Zaracho, hablamos de un equipo poco competitivo que realmente no está aportando al mercado grandes ventas de buenos jugadores, nadie va a buscar a Milán a ese jugador que sea una superestrella. Es verdad que la otra opción, el Atlético de Madrid, es un equipo con un XI muy cerrado que se mueve poco, pero un jugador como Zaracho, tan parecido a Correa, podría tener una gran evolución con Diego Simeone como entrenador.
Sea cual sea el desenlace, está claro que el atacante de Racing tiene las maletas listas para marcharse a Europa, faltará por ver cual será la ciudad que lo acoja.
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